INFORME SOBRE EL CENTENARIO DE LA ESTACION DE ITUZAINGO 1874-1974


A continuación transcribimos el contenido textual de la publicación de la Comisión Honoraria de Estudios Históricos de Morón, conformada de la siguiente manera:
Presidente: Adolfo Farías Alem
Vicepresidente: Máximo Aguirre
Secretario: Edgardo A. Coria
Secretario de Actas: Rodolfo Burgos
Tesorero: Bernardo Schwarzberg
Vocales: Dr. Marcel L. Fourvel
Juan C. Lavignolle
Juan L. Guercio
Rubén D. Oviedo
Alberto C. Lacoste
Irma C. de Otero
Luis Ricardo Furlan
César Jaimes
Carlos A. Gámbaro
Asesor: Monseñor Juan A. Presas

CENTENARIO DE LA ESTACION ITUZAINGO
Por Juan Luis Guercio

COMO Y CUANDO SE INAUGURO OFICIALMENTE LA ESTACION ITUZAINGO
Se asigna como fecha de origen de la hoy ciudad de Ituzaingó el 24 de octubre de 1872 fecha del decreto del gobierno de la provincia de Buenos Aires, aprobatorio del plano para fundar un pueblo con el nombre de Santa Rosa. Nombre éste de dudosa vida pues a raíz de haberse instaurado el de Ituzaingó a la estación, se fue diluyendo en el decir de la gente y también en algunos documentos. Hemos encontrado algo al respecto, el original de una nota agregada y archivada a un expediente que se guarda en la Dirección de Geodesia, en La Plata, de fecha mayo 6 de 1893, en la cual se le transcribe al Presidente del Departamento de Ingenieros, para su conocimiento, la siguiente resolución, firmada por el gobernador Julio A. Costa y el secretario Pastor Lacasa: “Dejar sin efecto la concesión hecha a don Manuel Rodríguez, el 24 de octubre de 1872, para fundar un pueblo denominado “Santa Rosa” de Ituzaingó en terrenos actualmente de propiedad de los señores Mora, Huergo y Cotelezzi y Sra. Carmen N. de Avellaneda, bajo las siguientes condiciones: Que los interesados respeten las donaciones que hicieron a favor del Estado con destino a edificios y usos públicos, como asimismo los terrenos reservados para plazas y calles que circundan los terrenos enajenados a otros propietarios y aquellos que dan fácil acceso a la estación Ituzaingó del Ferrocarril Oeste. Comuníquese a la Municipalidad de Morón, Departamento de Ingenieros, notifíquese a los interesados, repónganse las fojas, fecho archívese este expediente”.
Corría el año 1872 cuando se habló de ubicar una parada o estación en un punto intermedio entre las estaciones de Merlo y Morón, y Don Juan Coquet, a la sazón dueño del terreno ubicado a la izquierda en el plano que ilustra este informe, fue quien primero solicitó al Ferrocarril que se le autorizase la construcción de una estación en su heredad. Tuvo sanción favorable del Directorio aprobada el 13 de marzo de 1872, que reza así: “Que se establezca una estación entre Morón y Merlo en el terreno del señor Coquet, bajo las mismas bases de la concedida al señor Sosa, con excepc ión del terreno que deberá medir una zona de treinta metros por costado quedando la vía en el centro”. A título informativo señalaremos cuáles eran los requisitos a cumplir por el señor Sosa, vecino del lugar denominado Liniers después, son: “Que él done a favor del Ferrocarril una manzana de tierra; que el mismo construye en ella y por su cuenta una estación semejante a la de Almagro con pozo de balde para el correspondiente servicio. Que el referido Sosa pagará los sueldos del jefe y peón que deben servir en esa estación, hasta tanto no produzca lo necesario para cubrir dichos gastos”. No ha sido posible saber por qué se desistió de esto. En segundo término, fue don Manuel Rodríguez, a la sazón afincado en Merlo, quien el 11 de octubre de ese mismo año se dirigió al gobierno expresando que se proponía fundar un pueblo en los terrenos de su propiedad, “en los cuales la Dirección del Ferrocarril del Oeste le ha concedido el establecimiento de una nueva estación”, y acompaña para su aprobación el plano de la traza, confeccionado por el agrimensor Pedro Benoit, señalando la ubicación del terreno donado al Asilo de Huérfanos; la manzana para la estación, otra para edificios públicos, y así mismo los terrenos para formar dos plazas, etc. Como se menciona más arriba el decreto aprobándose dicho plano es de fecha 24 de octubre. Ahí se dispuso por el Poder Ejecutivo de la Provincia, comunicar “al Señor Presidente del Directorio del Ferrocarril del Oeste, por lo que respecta a la donación que también hace el terreno destinado a la estación”. (Aunque la escritura traslativa de dominio a favor de la empresa se llevó a cabo el 29 de noviembre de 1873, ya el directorio había dispuesto inmediatamente de aquella comunicación, la construcción del edificio para estación que al cabo de escasos dos meses estuvo terminada, y enseguida él resuelve según su acta del 18 de diciembre, fijar su apertura para el 22 del mismo y su habilitación definitiva al público para el 4 de enero de 1873.
La estación quedó sola en medio del desierto que eran las 60 cuadras cuadradas que la rodean y en las cuales se iba a formar el nuevo pueblo y por igual los contornos. No había pasajeros ni carga por lo que tuvo que permanecer cerrada exactamente un año. Las motivaciones no se dieron a conocer en el momento, pues, pensamos que mediaría un pacto de caballeros entre las personalidades intervinientes. Sólo se publicó más adelante: “La estación Ituzaingó debió haber sido abierta al público hace un año, habiéndose suspendido su inauguración por causas que acaban de ser definitivamente allanadas”. No había trascendido, por ejemplo, que Don Manuel Rodríguez vendiera toda la tierra al Dr. Nicolás Avellaneda, Don Palemón Huergo y Don Teodoro Mora, cuya escritura es de fecha 2 de enero de 1874 (vale decir dos días antes del remate inaugural). El precio pagado por las 67 manzanas fue de $ 1.005.000 moneda corriente, a razón de $ 15.000 c/u. (En su primer remate que comentamos según datos de los martilleros, se vendieron varias manzanas entre $ 42.000 m/c y $ 77.000 y muchos lotes a $ 3.000 y 6.000 m/c con facilidades de pago. La valorización se debió en realidad, a la influencia del ferrocarril… y la propaganda, como se verá más adelante.
Además de esta última escritura citada, en ese lapso se hubo de medir, deslindar y amojonar toda la tierra, tareas que por orden de Juez de Primera Instancia fueron encomendadas al competente y reconocido agrimensor Don Juan Dillón (hijo) –a la sazón en el cargo de ingeniero municipal de Morón-. El informe de la mensura así como el respectivo plano lo eleva dicho profesional en mayo de 1874, y posteriormente el juez libra oficio al presidente del Departamento Topográfico expresando, en su parte esencial: “Que el terreno sobre el que versa este expediente se halla destinado a calles y cercos, resuelve aprobar en cuanto ha lugar la mensura practicada del mismo ubicada en el Partido de Morón, de pertenencia del Dr. Nicolás Avellaneda, Don Palemón Huergo y Don Teodoro Mora”.
Toda la documentación referida está comprendida en el duplicado 67, de Morón, del Archivo General de Geodesia y Catastro, en La Plata. Esta Carpeta fue caratulada Mensura del pueblo Santa Rosa, y a partir de ahí se le fue incorporando toda la documentación perteneciente a esa denominación hasta quedar diluido su nombre, como se ha significado en el comienzo de este trabajo. Fue la lápida de un ex pueblo… sin acta ni leyenda.
Por ser de importancia para este estudio, insértase a continuación en orden cronológico las publicaciones de uno de los dos principales diarios capitalinos: “La Prensa” y “La Nación”, que durante los días del 1º al 17 de enero de 1874 publicaron noticias del Ferrocarril del Oeste así como los anuncios de los avisos comerciales del caso.
El jueves 1º de enero de 1874, “La Prensa” –que por entonces no aparecía todos los días- publica en primer término, en su primera página y ocupando algunas columnas un “Resumen histórico de fin de año”, es decir todo lo ocurrido durante el año 1873, y bajo el subtítulo “Progresos Materiales” inserta de la memoria del Ferrocarril del Oeste, lo siguiente: “TERMINO LA DOBLE VIA ENTRE BUENOS AIRES Y MORENO”. En la página 3 de ese mismo día aparece elanuncio ¡El remate de los remates! Por Adolfo Bullrich y Cía., a todo lo ancho de la página y ocupando casi una tercera parte de la misma, destacándose por ejemplo “Sobre la nueva estación Ituzaingó”. “El remate se efectuará el domingo 4 de enero de 1874, día en que se inaugurará oficialmente la misma y desde las 12 hs. Pararán todos los trenes que pasan por dicha estación”, por ser de interés histórico de lo que continúa ahí, transcribimos: “Además, desde el 1º de enero habrá boletos de ida y vuelta para todas las estaciones sin excepción, ventaja que no ofrece ningún otro ferrocarril”. Esto hace creer que el Ferrocarril del Oeste fue el primero que brindó al usuario dicha ventaja. Y en la siguiente página 4, los señores Bullrich y Cía., en otra columna dan los más amplios detalles detal subasta, incluyéndose en “Observaciones” y esto es destacable: “La estación Ituzaingó debió haber sido abierta al público hace un año, habiéndose suspendido su inauguración por causas que acaban de ser definitivamente allanadas”. Todo lo además allí expresado, parecería de una dialéctica de carácter comercial del mismo ferrocarril. No debemos olvidar que el Sr. Don Palemón Huergo era uno de los dueños de las tierras ofrecidas en venta… Esto no es dudoso, lo hemos aseverado antes basándonos en documentos investigados, cuyas fotocopias de los mismos posee la Comisión Honoraria de Estudios Históricos de Morón, en su ya nutrido archivo.
También el día 1º de enero de 1874 en otra columna de la misma página 4 encontramos otro anuncio, del martillero Francisco F. De la Serna para sacar la venta de “200 lotes…l que quedan a 200 varas de la estación, a realizar el domingo 4 de enero a las 11 en punto”… también con tren gratis de ida y vuelta. Era propietario de esa tierra el poderoso hacendado Sr. Don Agustín Silveyra, a la sazón dueño del establecimiento La Manuela, saladero y grasería, que contaba con parada del Ferrocarril del Oeste para carga y descarga que, como se verá más adelante, la quiso transformar para uso de pasajeros a fin de enajenar más lotes en ese paraje vecino a la nueva estación; era pues atracción del momento. Siempre en La Prensa… el sábado 3 de enero de 1874, en “Noticias” se lee lo siguiente: “El Sr. Huergo ha sido reelecto ayer para desempeñar durante el año 1874 el cargo de presidente del directorio del Ferrocarril del Oeste”. Ese día, también, se lee: “Renuncia don Eduardo Madero, miembro del directorio del Ferrocarril del Oeste, ha elevado su renuncia al gobernador de la provincia. Se funda en razones que dice haber expuesto personalmente al Sr. Ministro de Hacienda”.
En el mismo número del día 3, en la página dos aparece en aviso notable del Ferrocarril del Oeste, un anuncio que reza “El Ferrocarril del Oeste. Inauguración de la Estación Ituzaingó; por disposición del directorio se previene al público que el día 4 de enero tendrá lugar la inauguración de la estación Ituzaingó, dando principio a parar ahí todos los trenes que llegan de Moreno, Lobos y Chivilcoy y viceversa desde dicho día a las…”. No se establece hora, presumiblemente, porque ella estaría librada a la salida y llegada del tren “gratis” anunciado por los rematadores señores Adolfo Bullrich y Cía.
El domingo 4 de enero de 1874 en la página 2 de La Prensa vuelve a publicarse textualmente el aviso del Ferrocarril transcripto antes, y en la página tres conformado como antedicho, se publicaron en caracteres notables el aviso de Bullrich y Cía., y estos dan en la siguiente hoja los amplios detalles que ya hemos comentado. También el día cuatro, el martillero De la Serna, ya citado antes, anuncia 200 lotes “En la misma cumbre del “Chimboraso”, denominación esta dada por el dueño de las tierras el señor Silveyra, quien creería, con su ingenio, que ese podría ser su nombre ya que por las características era “¡Paraje elevadísimo!”, como reza en el aviso. Se vendían además del mismo propietario otros 200 lotes… que quedan a 200 metros de la estación Ituzaingó”. Había pues una clara puja, entre los vecinos dueños de tierras más cercanas a la estación que ya era una realidad.
El domingo 11 de enero del mismo año se repitió este último remate por de la Serna, anunciándose por publicaciones en “La Prensa” y “La Nación”, “…con gran almuerzo y tren expreso”… seguía la alegría progresista.
También ese domingo tuvo lugar otra subasta de 600 lotes ubicados al este del trazado del pueblo, rodeando la estación recién inaugurada oficialmente. Actuaron los martilleros Bence y Puig; estos señores anunciaban como “¡2º gran remate de esos 600 lotes a 300 y 600 varas de la estación de Ituzaingó; tren expreso de ida y vuelta con gran almuerzo a la llegada que sale de Parque a las 9 hs., parando en 11 de setiembre, Flores y Morón. El domingo 18 de enero a las 12 en punto”.
Como cierre de esta transcripción, damos la de un aviso aparecido en La Prensa el día 17, que dice: “¡Fomento territorial! Potosí 74. Estación Ituzaingó. Avisamos al público que somos los únicos encargados de la venta de los terrenos que rodean la misma. Los lotes son de 10 varas por 50. El precio es de 190 pesos la vara de frente, pagaderos en 6 mensualidades con descuento del 9%. Planos y detalles a nuestros escritorios Potosí 74. Adolfo Bullrich y Co.”. Es decir, que no continuaban los remates de seos terrenos sino en venta particular.
Por todos  los antecedentes ya vistos existen dos hechos: la fundación por decreto oficial que luego quedó sin efecto como ya se ha dicho (no obstante el año pasado se realizaron del centenario teniendo en cuenta la fecha del mismo), y el otro la instalación e inauguración oficial de la estación Ituzaingó… hecho éste que no pudo ser simultáneo sino que, después de construida, debió postergarse su habilitación al público hasta el 4 de enero de 1874, como ya se ha expresado en base al análisis de documentos fundamentales. Queda pues por evocarse de alguna manera el hecho inaugural de la estación, por la importancia del nombre puesto por el Directorio del Ferrocarril, denominación que prevaleció consagrada por la costumbre y fue instaurado por la Victoria de Ituzaingó que honró las armas argentinas, liberando el suelo hermano oriental con la derrota del marqués de Barbacena (brasileño). Habría una manera simple de evocar el acto inaugural, mediante la colocación en la estación de una sencilla placa destacando la fecha centenaria, lo cual sería a la vez un homenaje al Ferrocarril que pobló e hizo más desde el vamos formando criollos ferrocarrileros.